martes, 13 de noviembre de 2012

Angela Merkel y el Síndrome de la Insuficiencia Económica Adquirida



 

La Canciller alemana, haciendo oídos sordos a las críticas que le apañan desde todos los ángulos, anda de visita por Lisboa.

Muchos lo saben. Los alemanes sobre todo. La Merkel es una “doente”, como le dicen los portugueses a los enfermos. Enferma como consecuencia de un virus aparecido en la ex URSS, durante el régimen de Joseph Duglashvili (Stalin).

Se trata del Síndrome de la Ineficiencia Económica (SIE) que fuera detectado, por primera vez en la década de los años 30 del pasado siglo.  No fue hasta concluida la SGM que apareció en su variante de “adquirida”, cuando la URSS (como botín de guerra) se anexó (a su sistema político) a los antiguos países llamados “socialistas”.

La “doente”, que es como le llamaré de ahora en lo adelante, dio su respaldo al “programa de ajustes” presentado por el gobierno portugués. No obstante, mientras más dice que se opone a una “hipotética” salida del euro, de alguno de los países con problemas financieros, más oscuro es el panorama.

"De ninguna manera. Debemos de hacer todo para que los inversores de fuera de Europa no se asusten", declaró en una entrevista concedida al canal estatal luso RTP al ser cuestionada sobre la posibilidad de que países de la UE con problemas financieros salgan de la zona euro para recuperar competitividad. Merkel insistió en que se necesita "una zona euro estable" y abogó por que Europa aborde la producción "de forma competitiva, a nivel internacional" para crear empleo.

Mis preguntas son: ¿Cómo se puede garantizar “debemos hacer todo”, para que los inversionistas extranjeros (a la Unión Europea) “no se asusten”?

 

La señora Merkel, en tanto pide austeridad, no sabe hacer otra cosa que pedirle a los inversionistas extranjeros “que no se asusten”.

Angela, por favor, que la “austeridad” no se come y mucho menos crea empleo. De esa forma “socialística”, que tú planteas, jamás volveremos a tener una “zona euro estable”.

Por favor Angela, las inversiones en autopistas e infraestructuras resultaron, pasados los años,  ser “errores económicos. Pero el análisis es superficial si no incluyes que en la época en que se planificaron, nunca parecieron tal cosa. Todo lo contrario. Era imprescindible su construcción.

Recuerdo-te, que en la época en que se planificaron, el barril de petróleo se cotizaba en 7 dólares.

Dudo mucho que con esa política, que tanto te empeñas en promulgar, existan “excelentes oportunidades para relanzar el crecimiento”.

Solo el tiempo dirá si Portugal va a tener necesidad de renegociar las condiciones del préstamo de los 78 mil millones. Ella considera que, “en estos momentos”, (y lo dice así, con el desparpajo del que sabe que la situación es extremadamente difícil) “no hay motivos para una renegociación”.

¿Es que entonces ella considera que puede existir esa “necesidad” en el futuro? No hay convicción en sus palabras.

A mí no me vale que ella diga, que el gobierno de Portugal cumple “valientemente” los compromisos asumidos. Eso no me da seguridad alguna. Son solo palabras. Los portugueses necesitan hechos.

La doente solo se atreve a especular que “espera” que el programa tenga éxito. No, Sra. Merkel, lo que usted debe decir, para que alguien, como yo, le crea, es que usted tiene absoluta confianza de que lo tendrá. Tampoco me valen las palabras huecas de que Alemania “ayude” a Portugal, a generar actividad empresarial y empleo.

La doente es un caso digno de estudio.

Se extraña de que la consideren como la promotora de las medidas de austeridad implantadas por la “troika” y dice que no son ideas suyas. ¿Y de quién son esas ideas Angela?

Basta ya Angela. Todo lo que aplicas para los países en dificultades, no te atreves a implementarlo en Alemania. Es por eso que te van a reelegir con “Canciller”. Los cambios dolorosos son para los periféricos y no para los tuyos. Los cambios dolorosos que están implementando no crean empleos. Por el contrario, ahuyentan la inversión extranjera.

No es hora de sentarse a esperar, como recomienda la doente. Solo aquellos que creen en Dios, aceptan la idea del juicio final, el paraíso y el infierno.

Mientras tanto, aquí en la tierra, los griegos, los irlandeses, los portugueses, los españoles y los italianos se encuentran “dirigidos” por una enferma económica, cuyas buenas o malas intenciones se verán en el futuro.


La juventud filocomunista de la canciller alemana Angela Merkel


andreu jerez / servicio especial en berlín

Día 19/05/2013 - 15.56h
 
 
 
El debate sobre el pasado de Merkel en la Alemania socialista se ha reavivado esta semana con la publicación de «La primera vida de Angela M.», libro escrito por los periodistas Ralf Georg Reuth y Günther Lachmann. Los dos autores trabajan, por cierto, para la editorial Axel Springer, una de los mayores de Europa y dueña de los diarios alemanes «Die Welt» y «Bild», de línea conservadora y, en ocasiones, populista y de cierta tendencia nacionalista.
Angela Merkel, de joven, en la playa nudista
 
Tras la caída del muro, la actual canciller apostó por la construcción de un socialismo democrático en una RDA soberana. A principios de 1990, cuando el pueblo no quería saber nada más de socialismo, pedía la reunificación.
Esa posición estaba de hecho bastante extendida entre una parte de la población de la RDA, que quería mantener las ventajas del sistema socialista pero acabar con el partido único, el control social, la falta de libertad de expresión.
Es evidente que, como la misma canciller reconoce, Merkel se adaptó al sistema socialista, en lel que había estudiado Química y ocupaba un buen cargo en la Academia de las Ciencias de Berlín. Siempre ha negado haber colaborado con policía política de la RDA, la temida Stasi, o haber denunciado a alguno de sus conciudadanos. Sin embargo, muchos se siguen preguntando hasta qué punto la actual canciller participó en actividades de propaganda y agitación de las juventudes comunistas.
 
 
 http://manchiviri.blogspot.pt/2014/11/merkel-se-opuso-la-reunificacion-alemana_8.html


 


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