La Canciller alemana, haciendo oídos sordos a las
críticas que le apañan desde todos los ángulos, anda de visita por Lisboa.
Muchos lo saben. Los alemanes sobre todo. La Merkel es
una “doente”, como le dicen los portugueses a los enfermos. Enferma como
consecuencia de un virus aparecido en la ex URSS, durante el régimen de Joseph
Duglashvili (Stalin).
Se trata del Síndrome de la
Ineficiencia Económica (SIE) que fuera detectado, por
primera vez en la década de los años 30 del pasado siglo. No fue hasta concluida la SGM que apareció en
su variante de “adquirida”, cuando la URSS (como botín de guerra) se anexó (a
su sistema político) a los antiguos países llamados “socialistas”.
La “doente”, que es como le llamaré de ahora en lo
adelante, dio su respaldo al “programa de ajustes” presentado por el gobierno
portugués. No obstante, mientras más dice que se opone a una “hipotética”
salida del euro, de alguno de los países con problemas financieros, más oscuro
es el panorama.
"De ninguna manera. Debemos de hacer todo para que los inversores de fuera de Europa no
se asusten", declaró en una entrevista concedida al canal estatal
luso RTP al ser cuestionada sobre la posibilidad de que países de la UE con
problemas financieros salgan de la zona euro para recuperar competitividad.
Merkel insistió en que se necesita "una zona euro estable" y abogó
por que Europa aborde la producción "de forma competitiva, a nivel internacional"
para crear empleo.
Mis preguntas son: ¿Cómo se puede garantizar “debemos
hacer todo”, para que los inversionistas extranjeros (a la Unión Europea) “no
se asusten”?
La señora Merkel, en tanto pide austeridad, no sabe
hacer otra cosa que pedirle a los inversionistas extranjeros “que no se
asusten”.
Angela, por favor, que la “austeridad” no se come y
mucho menos crea empleo. De esa forma “socialística”, que tú planteas, jamás
volveremos a tener una “zona euro estable”.
Por favor Angela, las inversiones en autopistas e
infraestructuras resultaron, pasados los años,
ser “errores económicos. Pero el análisis es superficial si no incluyes
que en la época en que se planificaron, nunca parecieron tal cosa. Todo lo
contrario. Era imprescindible su construcción.
Recuerdo-te, que en la época en que se planificaron,
el barril de petróleo se cotizaba en 7 dólares.
Dudo mucho que con esa política, que tanto te empeñas
en promulgar, existan “excelentes oportunidades para relanzar el crecimiento”.
Solo el tiempo dirá si Portugal va a tener necesidad
de renegociar las condiciones del préstamo de los 78 mil millones. Ella
considera que, “en estos momentos”, (y lo dice así, con el desparpajo del que
sabe que la situación es extremadamente difícil) “no hay motivos para una
renegociación”.
¿Es que entonces ella considera que puede existir esa
“necesidad” en el futuro? No hay convicción en sus palabras.
A mí no me vale que ella diga, que el gobierno de
Portugal cumple “valientemente” los compromisos asumidos. Eso no me da
seguridad alguna. Son solo palabras. Los portugueses necesitan hechos.
La doente solo se atreve a especular que “espera” que
el programa tenga éxito. No, Sra. Merkel, lo que usted debe decir, para que
alguien, como yo, le crea, es que usted tiene absoluta confianza de que lo
tendrá. Tampoco me valen las palabras huecas de que Alemania “ayude” a
Portugal, a generar actividad empresarial y empleo.
La doente es un caso digno de estudio.
Se extraña de que la consideren como la promotora de
las medidas de austeridad implantadas por la “troika” y dice que no son ideas
suyas. ¿Y de quién son esas ideas Angela?
Basta ya Angela. Todo lo que aplicas para los países
en dificultades, no te atreves a implementarlo en Alemania. Es por eso que te
van a reelegir con “Canciller”. Los cambios dolorosos son para los periféricos
y no para los tuyos. Los cambios dolorosos que están implementando no crean
empleos. Por el contrario, ahuyentan la inversión extranjera.
No es hora de sentarse a esperar, como recomienda la
doente. Solo aquellos que creen en Dios, aceptan la idea del juicio final, el
paraíso y el infierno.
Mientras tanto, aquí en la tierra, los griegos, los
irlandeses, los portugueses, los españoles y los italianos se encuentran
“dirigidos” por una enferma económica, cuyas buenas o malas intenciones se
verán en el futuro.
La juventud
filocomunista de la canciller alemana Angela Merkel
http://manchiviri.blogspot.pt/2014/11/merkel-se-opuso-la-reunificacion-alemana_8.html
andreu jerez / servicio especial en berlín
Día 19/05/2013 -
15.56h
El debate sobre el
pasado de Merkel en la Alemania socialista se ha reavivado esta semana con la
publicación de «La primera vida de Angela M.», libro escrito por los
periodistas Ralf Georg Reuth y Günther Lachmann. Los dos autores
trabajan, por cierto, para la editorial Axel
Springer, una de los mayores de Europa y dueña de los diarios alemanes
«Die Welt» y «Bild», de línea conservadora y, en ocasiones, populista y de
cierta tendencia nacionalista.
Angela Merkel, de joven, en la playa nudista |
Tras la caída del
muro, la actual canciller apostó por la construcción de un socialismo
democrático en una RDA soberana. A principios de 1990, cuando el pueblo no
quería saber nada más de socialismo, pedía la reunificación.
Esa posición estaba
de hecho bastante extendida entre una parte de la población de la RDA, que
quería mantener las ventajas del sistema socialista pero acabar con el partido
único, el control social, la falta de libertad de expresión.
Es evidente que,
como la misma canciller reconoce, Merkel se adaptó al sistema socialista, en
lel que había estudiado Química y ocupaba un buen cargo en la Academia de las
Ciencias de Berlín. Siempre ha negado haber colaborado con policía
política de la RDA, la temida Stasi, o haber denunciado a alguno de sus
conciudadanos. Sin embargo, muchos se siguen preguntando hasta qué punto la
actual canciller participó en actividades de propaganda y agitación de las
juventudes comunistas.
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