La
Pesadilla del Siglo XXI y el futuro
Pese
a las mentiras mediáticas es conocido sin ningún tipo de dudas la
caótica situación económica y social en Nicaragua,
Venezuela,
Cuba
y otros países después de implantar
el socialismo.
Al final, son notorios los objetivos económicos que persiguió el
marxismo-leninismo
ajenos al bienestar de los
pueblos.
Ya
sabemos que en el caso de Venezuela el objetivo fundamental de
China y Rusia es
apoderarse de las demostradas y cuantiosas reservas de petróleo de
esa nación.
Para
lograr sus apetencias de intentar ayudar
a ese país utilizan el gastado guión y métodos que han empleado en
distintas partes del mundo, entre ellos: veto
en el Consejo de Seguridad de la ONU,
compra
de oro y petróleo,
calumnias, satanización del
sistema capitalista del que tanto gustan,
golpes, masacres y guerra mediática.
Cambiando de tema, es evidente la fragmentación de la democracia que está atravesando por un difícil momento. La aparición del llamado Socialismo del Siglo XXI y el viraje en los últimos años hacia el sistema capitalista de construcción de la sociedad de naciones que abrazaron ese sistema en diferentes países de variadas formas y métodos, es un claro reconocimiento de que ese engendro social que aún perdura, es el mal que azota a nuestros pueblos.
Actualmente nadie sabe que "ismo" se implantará en el mundo en un futuro a largo plazo, que satisfaga las aspiraciones siempre crecientes de la población. Lo irrefutable es que el socialismo marxista-leninista no ha resuelto, ni nunca resolverá, los acuciantes problemas ni los grandes desafíos que los países subdesarrollados tienen ante sí, y el capitalismo, de forma general, ha mostrado su capacidad para crear el desarrollo acelerado de las tecnologías y el bienestar, que solo se llega a alcanzar gracias a los emprendedores que imponen, de forma objetiva, las economías nacionales.
De manera que aquellos que se aferren al socialismo marxista-leninista deberán tener en cuenta que quedaran rezagados y que, al final, serán mucho más pobres.
Basta
ya
de teorizar con sistemas que van contra natura, inspirados en cantos
de falsas
sirenas
europeas.
Las
recientes declaraciones del Presidente Donald Trump, sobre Cuba, es
la hoja de ruta a seguir para acabar con una dictadura totalitaria
que mantiene (desde hace 60 anos) en afrentas y oprobios sumido a su
pueblo.
No
es que los USA consideren a los pueblos del Continente Americano su
patio trasero. Es que lo es! Lo mejor de todo es que saben
perfectamente que no es de su propiedad.
Viet
Nam, China y Rusia practican actualmente un capitalismo salvaje y ya
no se andan con hipocresías socialistas marxistas-maoístas, aunque
aplican aquello del que no trabaja, no come; en contraposición de lo
que predicaban antiguamente sus partidos “comunistas”, de que
aunque trabajaran mucho jamás iban a comer lo que quisieran.
Aquellos
que imaginan (no piensan) que están construyendo un nuevo tipo de
socialismo no son más que ilusos.
Aquellos
que defienden ese tipo de neo-dictaduras no son más que testaferros
del sistema.
Los
falsos profetas como Nostradamus han existido a través de la
historia, vaticinando sucesos. Estoy más que convencido que Raúl
Castro o Díaz Canel no son ninguno de ellos.
El
Capítulo III de la Ley Helms-Burton debía haberse aplicado durante
el mandato de Bill Clinton para como
forma de
presionar
a los países europeos a
no comerciar con la dictadura totalitaria de los hermanos Castro Ruz.
Si Clinton no hubiese dedicado su tiempo en asuntos que nada tenían
que ver con la política, hace mucho tiempo que el fantasma del
comunismo hubiera desaparecido de América Latina y
nunca hubiesen existido los jinetes del apocalipsis socialista
marxista-leninista, conocidos como Kirchner, Correa, Evo, Ortega y
Chávez.
Como el socialismo no sabe regenerarse, ante situaciones nuevas, mantienen las mismas formas de opresión de masas que conllevan riesgos que tienen que ser afrontados con decisión.
El
embargo
a la dictadura totalitaria
no es nuevo, pero el escenario después del
desmerengamiento
del campo socialista ha cambiado.
Tenemos
que entender que la Europa del Este nunca fue socialista por
elección, sino por la imposición de la bota soviética concluida la
SGM. Sabemos también que la mentira y las falsas promesas, hicieron
de Cuba y Venezuela lo que son hoy. Una letrina inmunda. Por
tanto, se
tienen que
ampliar las tácticas de enfrentamiento a ese permanente y creciente
opresión.
No
es necesario ser economista para saber que el socialismo
marxista-leninista es improductivo. Tampoco es necesario ser muy
inteligente para comprender que hace muchos anos el pueblo cubano se
desvinculó de un sistema fracasado; que no existe la “unidad del
pueblo” que tanto utilizan en forma de propaganda opresora y que
dejó de existir durante el fatídico “período especial”.
Se
hace necesario despojarse de tanta blandenguería y encontrar el
camino que lleve a nuestro país a ser lo que era antes del fatídico
ano 1959. Un país con un 70% de clase media, en los primeros lugares
de desarrollo económico a nivel continental, superior incluso a
algunos países europeos como Espana y Portugal.
La
nueva-vieja constitución, esa en la cual el partido único es el que
determina lo bueno y lo malo, no es el camino hacia el desarrollo
económico y sí el camino hacia la hecatombe. Es que la yunta de
bueyes viejos, que supuestamente decide el destino de nuestro pueblo,
lleva pensando más de 60 anos y haciendo muy poco por el bienestar
del cubano. De esa forma pasarían otros 60 anos de pesadilla
ineficiente de la economía nacional.
El
escenario es adverso: Aquellos que se empenan en defender la
dictadura totalitaria son traidores a la patria, a la revolución de
los pobres y hasta al mal llamado socialismo. Imposible mantener lo
que no existe. No debemos aceptar, incluso, la rendición. Será y
debe ser una lucha emancipadora de uno de los totalitarismos más
crueles del Siglo XX en el Siglo XXI. No se trata de arriar las
banderas del 26 de julio, ni las del engendro del “internacionalismo
proletario” que tantas vidas nos costó, en aras de la vanagloria
del napoleoncito caribeno. Se trata de borrar de las faz de nuestra
tierra de todo lo que tenga olor a socialismo.
Termino
con una estrofa de José María Heredia
¡Dios,
Dios de la verdad! En otros climas
vi
monstruos execrables
blasfemando
tu nombre sacrosanto,
sembrar
horror y fanatismo impío,
los
campos inundar con sangre y llanto,
de
hermanos atizar la infanda guerra,
y
desolar frenéticos la tierra.
Vilos,
y el pecho se inflamó a su vista
en
grave indignación. Por otra parte
vi
mentidos filósofos que osaban
escrutar
tus misterios, ultrajarte,
y
de impiedad al lamentable abismo
a
los míseros hombres arrastraban.