martes, 31 de octubre de 2017

La historia entre Cuba y Rusia que Raúl Castro desconoce

La historia entre Cuba y Rusia que Raúl Castro desconoce

La Habana tiene relaciones con Moscú desde la época de los zares
Lunes, octubre 30, 2017 Tania Díaz Castro



LA HABANA, Cuba.- A los dos años de su arribo al poder, el 13 de febrero de 2010, Raúl Castro hizo un brindis con todos sus amigos generales y coroneles en la Sala Universal de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), con motivo de conmemorar el primer convenio comercial establecido entre Cuba y la URSS para la compra de un millón de toneladas de azúcar y el primer crédito de cien millones de dólares, concedido a la isla para la construcción de plantas industriales.

Ese día, dijo, se cumplían cincuenta años de relaciones entre cubanos y soviéticos.
Es significativo cómo el canciller ruso Serguei V. Lavrov no acudiera al acto político y sólo enviara por escrito una felicitación. Seguramente porque, en Moscú, la historia entre la URSS y Cuba es muy distinta a la que conocía Raúl: En Rusia, por el contrario, se celebra el 6 de julio de 1902 como la fecha en que por primera vez se establecieron relaciones entre ambos países.
Al parecer, o Raúl no conocía la historia, o no le daba valor alguno, porque fue aquel 6 de julio que el zar Nicolás II respondió afirmativamente a la misiva del presidente cubano, Don Tomás Estrada Palma, donde le había propuesto el establecimiento de las relaciones.
De esa forma, el Imperio Ruso y Cuba quedaban amigos para siempre. El consulado cubano en San Petersburgo tuvo como primer jefe de esa misión al célebre ajedrecista José Raúl Capablanca, casado con una princesa rusa, y a partir de esa fecha ocurrieron eventos culturales de gran trascendencia: la célebre bailarina Anna Pavlova, con toda su comitiva, fue aplaudida en La Habana, el poeta Vladimir Mayakovski se reunía con intelectuales cubanos y se pudo disfrutar de presentaciones a cargo de famosos músicos como Rajmaninov, Serguei Rokofiev y otros.
Pero los acontecimientos históricos de aquella época con relación a Moscú no terminaron ahí.
Aunque la represión estalinista era conocida en el mundo entero, el 17 de octubre de 1942 Cuba reconocía a la dictadura soviética, mediante acuerdos suscritos en Washington, entre los embajadores de Cuba y la URSS. El diplomático Aurelio Fernández Concheso se reunió en el Kremlin con los principales líderes comunistas y recibió de manos de José Stalin una carta de amistad dirigida a Fulgencio Batista, quien había arribado a la presidencia dos años antes.
Un poco después ocurrió un singular suceso: a consecuencia de un correo diplomático proveniente de Moscú, se puso en evidencia que La Habana se estaba convirtiendo en un centro de espionaje soviético. Aun así, las relaciones diplomáticas continuaron: en 1955 el General Batista exportó azúcar a la URSS en varias ocasiones y en 1957, la compañía de ballet, con Alicia Alonso al frente, realizó una extensa gira por las principales ciudades de ese país, aprobada por el Gobierno cubano.
Todo eso pasó por alto Raúl Castro cuando celebró los llamados cincuenta años de amistad.
Ni siquiera le importó que en dos ocasiones el Kremlin le informara, en sus visitas a Moscú, la verdadera fecha de las relaciones y que Vladimir Putin; que conversando con él en su casa campestre de las afueras de Moscú le rectificara que no eran cincuenta, sino ciento diez, los años transcurridos del establecimiento de las relaciones.
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sábado, 7 de octubre de 2017

Los ataques sónicos empezaron con Fidel Castro

Los ataques sónicos empezaron con Fidel Castro: Sigue el misterio alrededor de los llamados 'ataques sónicos' perpetrados en Cuba contra diplomáticos norteamericanos y canadienses, causantes de ...



Sigue el misterio alrededor de los llamados "ataques sónicos" perpetrados en Cuba contra diplomáticos norteamericanos y canadienses, causantes de una crisis diplomática importante entre el Gobierno norteamericano y la dictadura cubana de Raúl Castro. Ahora Cuba sugiere que dichos ataques pertenecen a la "ciencia ficción", aunque no los niegan categóricamente.
El análisis lo haré sobre la base de la siguiente pista: ¿quién se beneficiaría de la crisis que estos ataques provocarían? Con esta premisa deducimos que hay dos sectores que tomarían ventaja de la crisis en desarrollo: por un lado, el sector más anticomunista del exilio anticastrista en Estados Unidos, y por otro el sector más conservador dentro de los comunistas cubanos.
Hay terceros países probablemente envueltos en la trama, como China o Rusia; pero concentremos el análisis en los sectores más cercanos al "problema cubano" sin descartar otra posibilidad, aunque la lógica indica que el interés por estos ataques debe provenir de los actores internacionales.




La Cuba oficial sugiere que la CIA podría ser la causante de los ataques, pero ¿qué intereses tendría ese organismo por encima de los intereses de su país? Pudiera ser, pero parece poco probable. El exilio cubano pudiera ser el causante, pero, ¿tiene el exilio poder suficiente como para, desde el exterior, ejecutar semejante operación? Es improbable.
Los sectores comunistas dentro de Cuba interesados en descarrilar las relaciones con EE UU parecen ser los más indicados para organizar una operación de este tipo, incluso porque cuentan con todos los medios y están actuando en su país. Como estos ataques comenzaron durante la administración Obama —y cuando aún Fidel Castro vivía— parece muy probable que haya sido el que orientó los ataques por las razones siguientes: nadie, fuera del fallecido dictador, pudiera haber dado esa orden sin consultar con Raúl Castro, o incluso, consultándolo. Nadie, aparte del dictador retirado, estuvo personalmente más interesado en frustrar el acercamiento con EE UU, como lo hizo constar por escrito y fue público y notorio.
Así las cosas, la dictadura de Raúl Castro no tiene ahora como salir del problema. Falla si dice la verdad y falla —como lo está haciendo ahora— si no la dice. No hay otra hipótesis con más fuerza que explique semejante misterio. Es sabido de la ascendencia del fallecido dictador comandando un cuerpo especial de seguridad que le era fiel y muy probablemente fueron ellos, bajo sus órdenes, quienes ejecutaron los ataques, para provocar la situación de alejamiento entre ambos países, contradiciendo a su hermano.
Nadie más que Fidel Castro –ni la CIA, ni el exilio cubano, ni Rusia o China– puede estar más satisfecho, disfrutando desde su tumba del actual alejamiento entre Cuba y EE UU.
http://manchiviri.blogspot.de/2016/04/la-desesperacion-de-un-regimen-que.html


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