viernes, 27 de julio de 2012

Pidiendo limosnas con escopeta




El dictador Raúl Castro, ha vuelto a pedir limosnas a los Estados Unidos (“derechos humanos” incluidos), en un improvisado discurso. Eso sí, “en igualdad de condiciones”.


Disfrazado con el uniforme de General de Ejército, que ya no es verde olivo, presidió la conmemoración por un aniversario más del desastroso asalto a los cuarteles de Santiago de Cuba y Bayamo.


En un arranque de “delirium tremens”, rompió su premeditado silencio de los últimos dos años y entre sus bromas pesadas y absurdas, con pretendidos criollismos, trató bien a la ligera, asuntos relacionados con la economía interna y las relaciones con los Estados Unidos.


No desaprovechó la ocasión para asestarle una velada reprimenda pública al (corrupto) vicepresidente primero del régimen, José Ramón Machado Ventura.


Con la prepotencia que le confieren sus más de 50 años aferrado al poder, vaticinó que el próximo año “mandaría” a Machado a discursar en La Habana.


De forma chusma y chabacana le ofreció una “mesa servida” al gobierno yanqui, siempre aclarando como buen “pelo púbico” que ya se lo había comunicado por los canales diplomáticos correspondientes. En efecto,  por estas vías no utiliza semejante lenguaje. Este es solo para estar a la altura de sus escuchones.


El régimen dictatorial, totalitario y neofeudal que dirige Raúl Castro, bajo la atenta mirada de su hermano mayor no puede ser tratado de igual a igual por ningún régimen democrático del mundo. La nación cubana está sometida a las ideas maquiavélicas de un grupúsculo en el poder.


Los opositores al régimen, ya sean amparados por los países democráticos, o no, continuarán abonando los campos y ciudades de Cuba para que un día, tal vez no muy lejano, desaparezcan de la faz de la tierra cubana los fracasados personajes que aun hoy oprimen al pueblo.





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